Con una emotiva ceremonia cargada de esperanza, el Hospital Maximiliano Peralta Jiménez inauguró este lunes su nueva sala de quimioterapia, una obra que no solo multiplica por 2,5 veces el espacio anterior, sino que también apuesta por un enfoque profundamente humano en la atención de pacientes con cáncer.
Ubicada en el edificio institucional Alfredo Volio, conocido como *El Seguro*, a tan solo 50 metros de la entrada principal, la nueva sala ocupa un área de 407,26 metros cuadrados—una mejora sustancial respecto a los 162 m² del local anterior que se encontraba en un edificio alquilado. El traslado fue posible gracias a la digitalización del expediente clínico, que liberó el espacio donde antes operaba el Archivo Clínico.
La nueva infraestructura no solo responde a criterios técnicos y normativos del sector salud, sino que fue pensada para brindar una experiencia más cálida y empática. El espacio cuenta con:
Recepción independiente para trámites ágiles sin interrumpir los tratamientos.
Dos estaciones de enfermería con visión periférica de todos los sillones.
Área de punciones, consultorio y preparación de medicamentos en sitio, evitando traslados innecesarios.
34 sillones para tratamiento simultáneo, más espacios para camillas y consultas.
Conexión a planta eléctrica de emergencia, asegurando continuidad en los tratamientos.
Materiales de alta calidad y cumplimiento de la Ley 7600, asegurando accesibilidad.
Además, se recuperaron dos áreas verdes y se aprovecharon las condiciones del nuevo edificio para brindar ventilación e iluminación natural, favoreciendo el bienestar físico y emocional de los pacientes.
Uno de los elementos más destacados de esta nueva sala es su apuesta por la humanización del tratamiento oncológico. Dos murales de gran formato, obra de la muralista turrialbeña Karolina Araya Rodríguez, inundan de color y esperanza las paredes del recinto. Las obras transmiten resiliencia, fe y acompañamiento, conectando emocionalmente con quienes transitan por este difícil proceso.
Además, se instaló una nueva campana de hierro, donada por el grupo de Intervenciones Asistidas con Animales. Al concluir su tratamiento, cada paciente tendrá la oportunidad de tocarla, en un simbólico gesto de cierre, superación y nuevos comienzos.
Durante la inauguración, pacientes como Adriela Castro Vásquez e Ivannia Granados Ramírez compartieron sus historias. Granados, con humor y emoción, recordó cómo animaba a sus compañeros cantando en la antigua sala: *Me volví la cantante del salón*, expresó entre risas.
El capellán del hospital, Pbro. José Alberto Brenes, ofreció la bendición del nuevo espacio, invitando a pacientes y funcionarios a enfrentar el camino con amor, paciencia y fe.
La obra fue diseñada por el servicio de Ingeniería y Mantenimiento del hospital, bajo la jefatura del ingeniero Elías Madriz Granados, y ejecutada por personal institucional en conjunto con profesionales locales. El proyecto arrancó en marzo de 2025 y requirió una inversión de ?110 millones.
“El paciente no solo recibe una sesión de quimioterapia, recibe una sesión de esperanza, de vida, de alegría y de color”, destacó Madriz.
Por su parte, la directora del hospital, Dra. Krisia Díaz Valverde, calificó la inauguración como un “sueño hecho realidad”. “Cada detalle fue pensado en el bienestar emocional y físico de nuestros pacientes. Esta obra no es solo infraestructura, es dignidad, acompañamiento y humanidad”, señaló.
La nueva sala de quimioterapia del Hospital de Cartago representa mucho más que un cambio físico. Es una declaración de compromiso con la vida, con la dignidad del paciente y con la transformación de los espacios hospitalarios en lugares de sanación integral.
Desde hoy, decenas de personas enfrentarán su tratamiento rodeadas de arte, acompañamiento familiar y la calidez de un equipo médico que sabe que cada sesión es también una oportunidad para sembrar esperanza.
Hace más de 30 días - Fabián Navarro Álvarez