Cartaginés, el eterno levanta muertos: otra derrota ante un Santos en crisis

Cartaginés, el eterno levanta muertos: otra derrota ante un Santos en crisis

El Club Sport Cartaginés vuelve a ser protagonista de una historia que sus aficionados ya conocen muy bien: la de revivir a equipos que atraviesan una mala racha. Esta vez, fue Santos de Guápiles el beneficiado, logrando su primer triunfo en 24 partidos al vencer 1-0 a los brumosos en el Estadio Ebal Rodríguez, frente a la mirada inoperante de su entrenador, Greivin Mora.

Con un solo tiro a marco en 95 minutos y la decisión de jugar gran parte del partido con un único delantero, el Cartaginés no mostró signos de lucha en la cancha. La sustitución de Leonardo Alfaro, quien aportaba creación ofensiva, por Cristian Martínez en la segunda mitad, solo añadió más frustración a la afición, que no dudó en criticar la falta de ideas en redes sociales.

La molestia se sintió en comentarios como el de Doryan Sánchez: *Total menosprecio al Santos. Sabíamos que venía herido y eso lo hacía peligroso. ¿Y qué pasó? Pues lo mismo de siempre: Cartaginés tenía todo para sacar pecho y otra vez somos comidilla de la prensa*. También se sumó Adrián Badilla, quien ironizó sobre el hecho de que el único partido ganado por Santos en todo el torneo fuera precisamente contra el Cartaginés.

A medida que se acumulan las críticas, la presión sobre Mora se intensifica. Los aficionados cuestionan la falta de visión y consideran que el equipo necesita un cambio urgente en su dirección técnica para evitar seguir siendo el *levanta muertos* de la liga. La figura del psicólogo del club también es tema de debate, ya que se cuestiona si su intervención está realmente logrando los efectos deseados en la plantilla.

Esta derrota podría tener un impacto más allá de lo inmediato, pues Cartaginés, al dejar escapar puntos valiosos, se complica en la lucha por la clasificación y queda en el ojo de la tormenta, con una afición cada vez más impaciente y una dirección técnica bajo cuestionamiento


Hace 18 días y 6 horas - Juan Carlos Sanabria

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