El pasado domingo 28 de julio de 2024, el pueblo de Juan Viñas se congregó en el terreno de juego donde creció el homenajeado Miguel Eduardo Calvo Olsen. Este humilde y perseverante jugador de fútbol, conocido por su dedicación y amor por el deporte, dejó una huella imborrable en la comunidad. Desde sus primeros pasos en el equipo juvenil de Juan Viñas hasta su paso por el Turrialba FC, Miguel fue un ejemplo de sencillez, disciplina y lealtad.
Miguel no solo fue un jugador destacado, sino también una figura que inspiró a muchos dentro y fuera del campo. Sus valores y principios fueron un faro para su familia, amigos y compañeros. La comunidad se reunió para rendir tributo a su memoria, recordando que *solamente muere quien se olvida*. En un acto simbólico, la cancha de fútbol de Juan Viñas fue renombrada en su honor, perpetuando así su legado.
El mural que adorna la cancha refleja a Miguel como un niño persiguiendo incansablemente su sueño de jugar en la primera división del fútbol nacional. Cada gambeta y remate plasmado en el mural cuenta la historia de su vida, desde sus inicios hasta convertirse en esposo, padre, abuelo y mentor de jóvenes futbolistas. El mural, que incluye el logo del CSC y su retrato, es un testimonio del deber cumplido y de la pasión de Miguel por el fútbol.
El pueblo de Juan Viñas agradece a Miguel por compartir sus alegrías, tristezas y fracasos con todos. Aunque ha partido físicamente, su memoria y su espíritu futbolístico permanecerán siempre en el corazón de todos los guarapos, quienes lo recordarán como su gran referente futbolístico
Hace más de 30 días - Juan Carlos Sanabria