En el Estadio Fello Meza, durante la final del torneo U21, los aficionados brumosos vivieron momentos de angustia y miedo debido a una repentina tormenta. Entre ellos, Gabriela Quesada Maroto, una devota seguidora del Club Sport Cartaginés, ha compartido una reflexión que resuena con la comunidad deportiva y más allá.
Gabriela relató su experiencia en un mensaje conmovedor: *De una mañana con muy buen clima pasamos al susto terrible los aficionados que estábamos en el Estadio Fello Meza viendo la final U21. A Dios gracias no pasó a más, fue un momento de mucho miedo*. Sus palabras reflejan tanto el pánico momentáneo como el alivio posterior al ver que todos estaban a salvo.
El día había comenzado con cielos despejados y un ambiente de emoción entre los presentes, todos expectantes por el desenlace del torneo juvenil. Sin embargo, el clima cambió de manera abrupta, convirtiendo la alegría en una experiencia aterradora cuando la tormenta golpeó el estadio.
La reflexión de Gabriela destaca no solo el poder inesperado de la naturaleza, sino también la importancia de la comunidad y la fe en momentos de crisis. Su agradecimiento a Dios subraya la sensación de protección divina que muchos sintieron al salir ilesos de la situación.
Este episodio en el Estadio Fello Meza es un recordatorio de lo impredecible que puede ser la vida y cómo, incluso en momentos de diversión y celebración, debemos estar preparados para lo inesperado. Las palabras de Gabriela Quesada Maroto nos invitan a valorar cada momento y a reconocer la fragilidad de nuestras experiencias cotidianas, celebrando la seguridad y el bienestar de todos los presentes.
Hace más de 30 días - Juan Carlos Sanabria