El picante espíritu brumoso: La Historia de Alfonso Barahona

En la gradería popular del Estadio José Rafael *Fello* Meza Ivankovich, hay un personaje que nunca pasa desapercibido. Con su pasión desbordante y su amor incondicional por el Club Sport Cartaginés, Alfonso Barahona se ha convertido en un emblema de la afición brumosa. Este ferviente seguidor no solo lleva la sangre azul en las venas, sino que también añade un toque de picante a la experiencia futbolística. Alfonso nos comparte su historia y las razones que lo hacen un *Brumoso de corazón*.

“Soy brumoso de corazón por tres razones: nací en el Hospital Max Peralta, mi papá, que en paz descanse, fue cartaginés, y mi hermano mayor fue jugador del Club Sport Cartaginés”, explica Alfonso con orgullo. “Por eso, soy de sangre azul”.

La vida de Alfonso ha sido un camino lleno de altos y bajos, marcado por su dedicación al trabajo y su inquebrantable amor por Cartaginés. “Conocí a mi esposa y su padre tenía una empresa donde me dio la oportunidad de laborar. Allí aprendí a elaborar productos como palmito, chiles picantes y almíbares. Luego, una empresa estadounidense me contrató, y allí trabajé cinco años como jefe de producción”, relata.

La experiencia adquirida en estos años le abrió las puertas para trabajar en otra empresa especializada en productos de mar, como sardinas, atunes y chiles de alta calidad. A lo largo de su carrera, Alfonso ha tenido la satisfacción de ayudar a muchas personas a montar pequeñas empresas, permitiendo que familias enteras salieran adelante gracias a sus asesorías desinteresadas.

Sin embargo, la pandemia de COVID-19 representó un duro golpe para su negocio propio, obligándolo a cerrar. “Pero siempre para adelante”, dice con determinación. “Logré contactar a Don Alexander, quien me dio la oportunidad de laborar para su empresa, y aquí estoy hace cinco años más o menos”.

Hoy en día, Alfonso sigue siendo un símbolo de perseverancia y pasión tanto en su vida profesional como en su rol de aficionado del Cartaginés. “Soy azul y chilero de corazón”, concluye, demostrando que su espíritu brumoso sigue tan vibrante como siempre, poniendo siempre un toque picante en la gradería popular