En su primera aparición al frente de la selección nacional de Costa Rica, el director técnico Gustavo Alfaro enfrentó diversos desafíos que generaron preocupación entre los fanáticos y analistas del fútbol. Aunque es importante recordar que es solo el inicio de su gestión, ciertos errores cometidos en el partido reciente han generado debate y críticas.

Una de las decisiones más cuestionadas fue la alineación de Brandon Aguilera y Manfred Ugalde juntos en un mismo partido. Las constantes faltas cercanas al área pusieron en aprietos a la defensa costarricense, dejando en evidencia la falta de coordinación entre ambos jugadores. Este experimento táctico no tuvo el rendimiento esperado, lo que plantea preguntas sobre la elección de jugadores para el once inicial.

Además, la elección de algunos jugadores que no tuvieron su mejor partido ayer ha generado interrogantes entre los seguidores de la tricolor. La falta de tiempo para conocer a fondo a los jugadores y el estilo de juego del equipo pudo haber influido en estas decisiones, poniendo en riesgo el desempeño del equipo en el campo.

Otro punto de preocupación fue la aparente falta de carácter mostrada por Gustavo Alfaro en su zona técnica. A pesar de los fallos constantes de algunos jugadores, no se observaron reprimendas o correcciones evidentes desde el banquillo. El liderazgo y la capacidad para corregir errores son aspectos cruciales, especialmente en un equipo nacional, y la ausencia de esta presencia podría afectar negativamente la moral y la cohesión del equipo.

Es fundamental recordar que esta evaluación se basa en un solo partido, y cualquier proceso de adaptación conlleva desafíos iniciales. La afición costarricense espera que estos problemas se aborden rápidamente y que Alfaro pueda imprimir su sello en la selección nacional para lograr un rendimiento más consistente en los próximos encuentros.